"Reviews" de la Zay

-"Atrevida,inédita, trotamundos,hedonista e
inconforme" -Valeria Piña alias (La compañera de viajes y de pobreza de la Zay en Europa).

-"Chiquita e impulsiva- Jorge L. Suárez alias (El Prodigioso).

- "Hardcorosamente jocosa y espontánea" - Pedro Antonio Colón alias (La Bestia).


-Zayra, Zay, Zayflo: mujer pueblerina y de cabellos con colores excéntricos (puede que esto haya cambiado ya) que grita, a veces silenciosamente, por lo que quiere. Lo mejor de todo, es que logra su cometido. ¿Dónde están las otras Zay por favor?"- Giselle Avilés Maldonado alias (La Gi Trotamundos).


viernes, 17 de diciembre de 2010

25 de marzo

Es casi 25 de marzo y como otro año comienzo a extrañarte. Un día como tal pero de varias décadas atrás llegaste al mundo a conquistarlo y aprender de la vida. Quizás el mundo te desconozca pero sinceramente cambiaste la vida de aquellos que te rodearon o al menos, la mía. 
Desde que tuve uso de razón, estuviste conmigo, me enseñaste amar el helado de vainilla, a caminar por las calles del Viejo San Juan, escuchar a José José y Juan Gabriel. Esperar a comer lasagna cada final del mundial y amar a Maradonna sobre todas las cosas. Aprendí a amar mi herencia y toda mi mezcla racial, a querer conocer mundo y sobretodo a no perderme, pues nadie conocía mejor las direcciones como tu. De ti heredé la pasión por la fotografía, quizás la faceta más social y por supuesto mi testarudez. 
Han pasado casi cinco años que tomaste vuelo, partiste hacia al más allá, hacia otra galaxia o quizás otro destino y es como si sólo hubieran pasado días que no te veo, porque tu presencia sigue siendo igual. A veces, todavía incrédula pienso que aparecerás como casi todos los domingos a mi casa a cenar, entonces me resigno recordándome que no volverás. 
Es en ese momento donde me invaden diversidad de sentimientos, enojo, molestia, tristeza ... porque recuerdo todas las cosas que faltaron hacer que no pudiste. Como tener tu propia Harley, visitar Argentina y ver un juego del Boca (Como amabas ese equipo), verme graduarme, visitar Europa, ir a un Mundial, verme guiar standard, ver a Iván entrar a la escuela de Derecho, irte de crucero o al menos volver a Guatemala.
Pero luego vuelvo a pensar y me doy cuenta que nunca te haz ido, tu sigues aquí, pues las personas no están en donde se encuentra su cuerpo sino en los corazones y mientras tu sigas en el mío... tu estarás vivo. Por eso cuando viajo es como si estuvieras conmigo, con mis ojos puedes ver el partido del boca, con mis experiencias conocer Europa, a través de mis pasos ... seguir viviendo. Por eso hoy, quizás un poco temprano, te deseo un feliz cumpleaños Mayel donde quiera que estés, porque mientras yo siga viva, tu seguirás vivo... tanto como ayer.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Skittles

Aunque debería estar traduciendo páginas de mi tesis siempre saco tiempo para divagar en  cosas  innecesarias. Fue así mientras me comía un paquete de Skittles que había racionado con cariño (ya que en España los pobres dulces no llegan) que me llegó un recuerdo tan lejano.
Los Skittles siempre tienen la costumbre de llevarme al mismo recuerdo, aunque los he consumido como adicta desde que tengo uso de razón. El mismo tiene lugar hace 12 años, en un continente distinto y en país lejano. Era julio de 1998 y me encontraba en Guatemala, sólo recuerdo viajar junto a mis abuelos mientras los tres nos devorábamos una bolsa llena de esos dulces artificiales que llenan de felicidad mi paladar y mi corazón. Fue entonces que me cuestioné cual era mi visión como una joven de 14 años de edad, ¿en ese momento de mi vida me imaginaría que acabaría viviendo entre España y Escocia? ¿Habría pensado que acabaría dejado todo lo conocido por seguir el sueño de realizar un doctorado que no tengo ni idea si me dejará frutos económicos? ¿Yo habría pensado en si quiera en una maestría?
Me remonté aquella memoria de niña pubertosa que pensaba en comerse el mundo, aquella visión en la cual pensaba que todo en la vida giraba sin mayor preocupación que el de estar con mis amigas y sacar buenas notas. Pensaba que todo era fácil y sin problemas… cuan equivocada estaba. Jamás en ese instante que comía mis dulces favoritos iba imaginar lo que me designaba el futuro, tampoco me cruzó por la mente que en cuestión de pocos años no iba a volver a disfrutar con mi abuelo nada más. Ese fue el primer golpe fuerte de mi vida.
Luego sucedieron otros que fueron creando la barrera ahora existente, pero también son los responsables de mi personalidad tan provocativa capaz de crear admiración y odio a tantos (siempre puntos extremos). Creo que esa chamaquita no hubiese imaginado  la mujer en la cual se convirtió.
Mientras tanto me remonto a mis recuerdos de juventud, todas esas memorias que han contribuido a crear la persona que soy.  No sería igual sin haber cruzado por los pasillos de la Central, de haberme topado ahí con seres maravillosos que incluso el tiempo ha conservado, de tener unos amigos que han sido punto fundamental de mis logros y caídas, mi primer beso, mis desilusiones, mis “crushes” extraños, de mis heridas, de mis viajes, de los idiotas que he tenido que conocer, de las salidas en mi época de Resi, a mis roomates y definitivamente a mi familia.
Sea cual hubiera sido mi versión, la vida que tengo no está nada mal. Miro a la Zayra de antes y le digo: “Vale nena come muchos dulces de esos que necesitaras bastante energía para cruzar lo que te espera”. Ella me asienta sin hacerme mucho caso, mientras le da más Skittles a su abuelo.

domingo, 3 de octubre de 2010

Buscando esa estrella

Salí corriendo a mi balcón con la esperanza de gritar o llorar, sentir o maldecir. No sabía lo que buscaba, aunque ciertamente si lo había debía ser una estrella que contestara todas mis dudas en aquel cielo gris en la oscuridad de la noche.
                El pelear con el destino me hace mal, me desconcierta, me pone de unas malas pulgas que me vuelve irritable e insoportable.  Aunque admito que lo de insoportable es ya casi parte de mi personalidad. Aun así  le pedía a Dios que me regalará una estrella aunque fuera diminuta, como símbolo y esperanza que aun tú seguías pensando en mí. 
Te llamo y te encuentro, te pierdo y me llegas en los sueños, eres ese fantasma que vives y a su vez desaparece, que vive rondando mis pensamientos como mi corazón.  ¿Acaso te he podido odiar?... No, absolutamente no puedo.  Me molesta saber que te pienso, que vivo nombrando tu nombre en silencio, que los recuerdos  de aquellos días no se borran de mi pensamiento. Vuelvo y grito hacia el mundo, hacia mi corazón…  hacia tu alma.  Pido con clemencia esa estrella, una esperanza, sólo eso, es mi única contestación a aquellas preguntas jamás realizadas.  Miro hacia arriba no hay nada.  Me vuelco nuevamente en mi dolor y en mi pasado.
¿Donde andarás?  ¿Escucharas mis pensamientos en tu piel?  ¿Recordaras mis besos como cascada fría? Vuelvo a observar, todavía nada. 
Casi rendida, por el frío que me carcomía los huesos cada vez más frágiles por los años de vida, miro sin fe  a un cielo negro que había sido arropado por la sabana gris de las nubes.  Miro, mientras me resignaba a cerrar para siempre la puerta de aquel balcón que guardaba las esperanzas. Entonces veo aquella cosa brillante pero diminuta.
 Me habías contestado.  

domingo, 19 de septiembre de 2010

Mentiras

La historia empieza como las de siempre, una mujer buena gente que no sabe que hace con un perdedor. Supuestamente él no hacía nada para superarse, no era de su clase y por dicha razón era obvio el abandono. Pero ante todo nunca existía ese paso que le dieran punto final a la relación. Todo lo contrario, cada vez parecía solidificarse más.  Ella le pedía bienes materiales y él se los daba sin poner un pero, claro, jamás eran suficientes. Ella quería más.  La cosa es que mientras el otro estaba jodido trabajando, tranquilo, pendiente a ella como un perro faldero, la susodicha se pasaba cogiendo y cogiendo con otro tipo. También de vez en cuando le sacaba en cara al primero su falta de amor para poder conseguir más y obviamente tapar sus fechorías haciéndolo  sentir culpable, para así no tener que bregar con su conciencia (que en definitiva no creo que tenga).
No está de más contarles que para colmo de males las cosas le han salido perfectamente bien.  Mientras uno llega el otro se va, mientras habla con uno, el otro en par de minutos será llamado.  Y cada día que pasa exprime más los bolsillos ajenos,  engañándolos con las artimañas del amor.  
Es gracias a este relato que  me pongo a  reflexionar lo siguiente: “después nos quejamos que los hombres son una pura mierda… (y sí, quizás tengamos razón), pero también debemos recordar que existen desgraciadas y sendas putas que son las culpables de envenenar con ira su corazón”

viernes, 17 de septiembre de 2010

Una cita con la migra

Debo admitir que eso era ya casi una profecía. Se sabía que pasaría, pero así como el juicio final se desconocía la hora y la fecha indicada. Muy bien lo decía La Negra, era sólo cuestión de tiempo que me tocara enfrentarme a “la migra”. 
                La fecha llegó y mis días en la supuesta Madre Patria (o como con cariño le llamamos aquellos que hemos sido colonizados “sendos Hijos de PuT$%^&*”), llegaba a un final cercano. Por obvias razones tenía que renovar mi estado de “alien” para ver si por una buena vez acabo de parir el conocimiento faltante para producir mi tesis. Así que documentos en mano, agua, comida y una ofrenda a la Virgencita me fui a extranjería para ver si de una vez me renovaban mi tarjetita. 
                Si ya de por sí los españoles se dan un puesto en la mayoría de las cosas, no dudemos de sus habilidades  en las cuestiones de extranjeros. El talento de la lentitud estaba glorificado a la décima potencia. Había madrugado lo suficiente para llegar hacer un turno decente, pero el oficial que “amablemente” me amenazó con que me sacaba si no volvía a las 12, me hizo el favor que me tocara el turno 409. Yo que no cabía de la alegría por dicho favor humanitario, no me quedó de otra que ponerme a observar a los chinos, musulmanes, latinoamericanos y algún “yankee” disfrazado como yo, según luego me apoderarían los funcionarios españoles.
                Si algo había en ese sitio por supuesto eran chinos. Todos con el mismo rostro, esperanzados en tener una vida mejor. Por desgracia aparentemente los españoles no son muy amables con los chinos, y por la menor provocación, o la pregunta incorrecta eran  llevados a un cuarto oscuro para su desgracia o en el mejor de los casos insultados por su nacionalidad. Los musulmanes tampoco corrían mejor suerte, y estos eran tratados con muy poca simpatía. Recuerdo a una mujer joven que pasó por medio del pasillo e insultó a todos aquellos que estaban en su paso, diciéndole que ahora estaban en su país y que tenían que obedecerla.
                Hastiada de tanta xenofobia y de escribir mil cosas para evitar llenarme de coraje, me tocó mi turno. “ Con que Yankee” dijo el guardia que me había prohibido el paso. “De haberlo sabido te hubiera dejado entrar” resaltó. “Lamentablemente si hubieras llegado más temprano te hubiéramos atendido, ahora tienes que esperar de tres a cuatro semanas” sentenció. Y así con mi hígado envenado de tanto coraje y la bilis a punto de reventar me marché con una sonrisa fingida como los otros emigrantes, que se han tenido que callar su orgullo por lograr sus objetivos.

Ilusiones Rotas

La historia que voy a contar no es una de esas típicas de amor en la cual la vida pega duro, pero al final todo lo puede y logra vencer todos los obstáculos. Ni siquiera es un amor puro, ha sido envenenado por el tiempo, los dolores, el rechazo y el orgullo.
                Es un amor cobarde de esos que no se cuentan por miedo de aceptar el fracaso y la realidad de que se no ha querido luchar. Así mismo es… esta es una historia de amor sin final, de esas esperanzadas que algún día pueda existir un por qué o una acción. Les cuento esta historia porque al fin al cabo deben existir millones como ella.
                Dos personajes orgullosos, problemáticos, incapaces de ceder y egoístas son los  principales protagonistas  de este amor destinado al fracaso.  Ambos se enamoran y se pierden en un torrente de desilusiones, problemas, tristeza y de dolor por todas aquellas palabras que nunca se dijeron. Ninguno se atrevía dejarse llevar por sus sentimientos, ambos tenían miedo que el amor les llegara a dominar. Por eso dejaron que se desvaneciera, huyeron como cobardes y escaparon  con el corazón de piedra para evitar volver a sentir. Huyen porque tienen miedo a enfrentarse a su destino, a luchar por estar juntos, a la desilusión… pero ante todo tiene terror de ser perdonados.  
                Mientras tanto pasan los años, como si fueran días y dos almas siguen rumbos distintos, esperanzadas en su interior de volver a encontrarse.  Quizás algún día  tengan el suficiente valor de aceptar que están destinados a estar juntos o simplemente se conforman con soñar con un mejor pasado.  

Peek Show



                Era un miércoles cualquiera, de esos aburridos, donde se te mezcla los pensamientos y los problemas en la cabeza. Necesitaba dinero, concentración y sobre todo encaminar mi investigación que la pobre andaba media descarriada. Resultó que para variar hice todo menos encargarme de mi parto doloroso y decidí olvidarme de mis penas con lo mejor que sé hacer… yoga y sexo. Bueno lo de sexo les contaré que mi presencia  no fue muy participativa.
Hace casi dos años comencé una investigación que se enfocaba en el mundo de la prostitución y el sexo que culminé en mayo de 2009.  Fue por culpa de ella (lo juro) que las visitas a los puteros se hicieron en parte de una rutina de vida.  Bajar a los mundos de la noche, participar de ellos  poniendo pesitos, escuchar ofertas un poco deshonestas y hasta tener que ayudar a la chica a encender el show con mi presencia fueron momentos inolvidables. Por eso cuando me comentaron que en Barcelona existía un Peek Show donde por menos de 2 euros podía ver  a una pareja follar por cinco minutos, decidimos explorar el lugar.
                ¡Que cosa más decepcionante fue llegar a esa tienda sex shop alias prostíbulo que me habían recomendado! Las mujeres no se sabían mover en el tubo, las pobres  estaban más defalcadas que el carajo (hasta yo podía haber hecho escante con mis senos) y la única que se veía interesante había tenido algo colgando entre sus piernas en un pasado no muy lejano. 
Después de haberme clavado con una cerveza Estrella Damn por seis euros nos prometían que el sexo por dos euros más sería el mejor premio de consolación.  Eso iba a ser la cosa más hardcorosa que haya conocido según las promesas de los participantes. Incluso me lo habían vendido que iba a ver hasta semen hasta por las orejas. Pero no, fue aun peor… esas pobres chicas… perdón chicos (es que el tipo era tan afeminado  y delgado que parecía una mujer bien fea) lo hacían sin las menores ganas posibles. Era el peor sexo que había visto y aun peor … pague por verlo.
Después de beberme mi cervecita y lamentablemente tener que caminar una millonada y pagar por taxi, (ya que el metro había cerrado), culmina la historia de Zayra en su primer “peek show”. Esperemos que esto haya servido para aprender la siguiente lección: “porque pagar por las cosas que puedes obtener gratis y sin mucho esfuerzo”.

viernes, 4 de junio de 2010

Hostal Entresuelo Algún #


Si alguna vez la duda de visitar Barcelona lo fue el factor dinero y principalmente el gasto de hospedaje por su tiempo de su visita, sus problemas han sido eliminados, ya existe el Hostal Entresuelo Algún #. El Hostal Entresuelo Algún #  han sido galardonado por ser el mejor hostal gratuito del año 2009 - 2010 por la Asociación de Visitantes Cacheteros del Mundo. Todo un honor!! 

Para comenzar el Hostal no pide dinero por su estadía, quizás le pueda pedir favores sexuales en el caso de ser una fémina. Claro, es un precio minúsculo en comparación con lo que se gastaría en cualquier otro hostal de la ciudad. También si se viene en grupos, como se acostumbra, sólo debe sacrificarse una por la buena fe del grupo, o sea que hasta incluye descuentos. No existe horario de llegada y siempre se encontrará con un servicio de primera que estará más que dispuesto a atender sus necesidades. El desayuno viene por su cuenta, pero si ha creado ya un buen "bonding" lo más seguro puede obtener hasta un buen plato de comida en algún momento. 
 
Es que el administrador de este hostal es todo un alma caritativa. Demasiado diría yo. El problema de este hostal radica que es la casa de otras cuatro personas y le jode la privacidad al resto que vivimos ahí. Un desfile de nacionalidades le hace sentir  que se encuentra en alguna reunión de las Naciones Unidas y no en su casa.  El hecho de no tener privacidad, que te despierten los visitantes a horas inhumanas tocándote el timbre para que le abras luego de una noche de juerga, o en todo caso que te despierten por el ruido en la cocina buscando "monchies" para bajar la borrachera entre otras hacen que uno se le quiten las ganas de ser caritativo.

 Por eso utilizo la palabra como forma de venganza para describir las cosas que acontece en mi guarida, que lamentablemente se ha convertido en sinónimo de motel para la mayoría de los visitantes que terminan en este piso. El problema principal se encuentra en la desconsideración. En sexos ruidosos, mujeres corriendo en tacones en la madrugada, en griterías que a mí ni al resto de los residentes que estamos en el piso queremos escuchar ni nos importa.  Si al menos el sendo desgraciado nos pagara una cantidad por los servicios utilizados quizás hasta podría tolerar más la situación. Pero no, además de abuso de confianza... maceta!!! Y al explicarle la molestia que nos causa no puede evitar sentirse indignado, molesto y tratar de virar la tortilla. Por eso sólo me queda imaginar lo que decía una de mis housemates sobre el susodicho luego de no poder dormir antes de un examen  ..."sólo espero cortarle las bolas y que se desangre" ... 

martes, 25 de mayo de 2010

Asesinato de una vesícula


     Dicen algunos que no se lo merecía, que la pobre no era tan mala, que yo había sido la única culpable de su mala actitud.  Lamentablemente cometió un error y los errores en está vida como dice mi papá "se pagan con sangre o con dinero". Pero en esta ocasión el dinero no era una opción y sólo quedaba ponerle fin a su existencia. 
     El plan nunca fue matarla al principio, porque  si la cosa no molesta no hay porque eliminarla. Las cosas siempre han sido así, tanto en mi mundo como en el narcotráfico y esos lugares del bajo mundo. Pero la muy maldita le dió por ponerse en huelga después de tantos años de buen servicio y no sólo eso, sino atentar contra mi vida. Es cierto que también yo no me había portado muy bien, las Coca-Colas desde la infancia que me bebía por pura adicción, las grasas de mis fast-foods, los mantecados de Ben & Jerrys y además mi dieta de corn-flakes que me había inducido para bajar gastos en los últimos meses para poder vivir en Barcelona la habían encabronado. Pero en vez de avisarme, de contarme su sentir, decidió vengarse de mí sin darme siquiera una explicación. 
    Ella decidió tomarme por sorpresa y causarme un dolor del cará en mis plenas vacaciones en la Isla. No llevaba bien ni tres días cuando empezó su plan de "killing" a Zayra. Hastiada por el dolor infernal que tenía acudí a emergencias para ver que diablos me estaba ocurriendo. Fue así que me enteré de la terrible noticia: La muy hija de puta había creado dos sendas piedras del tamaño de una peseta. Sólo habían tres opciones: A) Morir (que no era una opción) b) parir las piedras con dolor (pero mi instinto de cobarde no me lo permitía) y c) aniquilarla y así evitar futuras revueltas. 
    Mi instinto vengativo no tuvo que pensárselo mucho, y en menos de dos horas ya planificaba como deshacerse de senda revoltosa y traidora. La muerte fue anunciada para menos de tres días, y me tardé mucho, porque no quería que se me escapara la muy desgraciada con vida o en el peor de los casos me dejara con una herida de esas no aptas para Bikini (por si era que se daba cuenta de mis intenciones y decidía luchar por su vida... o llevarme con ella al cielo más próximo). 
    La rutina para su muerte comenzó con un ayuno de más de 12 horas, que incluía hasta los líquidos, luego tenía que encontrarme con mi asesino a sueldo que se encontraba en el hospital que lo llamaremos "El Cirujano". Le dimos el dinero y comenzó con la acción desde tempranas horas de la mañana.  Primero le ponía varias inyecciones y varios sueros para ir sedando a la muy desgraciada, luego la anestesia para que no se diera cuenta que la íbamos a matar y para finalizar cuando menos se lo esperaba ... la mandamos al más allá. 
Había ganado esta guerra y como recuerdo de la misma  me llevé cuatro cicatrices y un dolor insoportable en mi lado derecho del abdomen.
  Sobre mi culpabilidad y los posibles cargos que me pudieran poner por mi asesinato en primer grado no hay mucho por que preocuparse: como casi todos los crímenes en Puerto Rico... se quedará sin resolver. 

jueves, 20 de mayo de 2010

Casa de Locos



Cuando hablo de la casa de locos no hablo de un verdadero manicomio ni de una sala mental diseñada para ese fin. Hablo de mi apartamento que estoy segura que un “Real World” se queda corto con nuestras aventuras y con la clase de personajes que habitamos en el entresuelo  4to.  No me estoy  refiriendo a mis cuatro años en Resi (La Residencia de la Universidad de PR) que me tocó vivir con seis mujeres, no se sabe quien de las seis más loca, mientras cantábamos canciones de Ana Gabriel como “Amiga tengo el corazón herido…” y “Evidencias” entre muchas otras. Pero hoy, no me refiero a ese momento histórico, sino a mi presente en Barcelona.
Aunque en un principio de mi estadía en “la ciudad de Gaudí” vivía sola, decidí mudarme para ahorrarme una significante cantidad de dinero y  también por mi propia salud mental  ya que mis conversaciones con mi alter ego me estaban poniendo a dudar de mi cordura.  Fue de esa forma por la cual  llego a vivir con cuatro “housemates” también boricuas.  Debí habérmelo sospechado que la locura tenía que estar cerca desde un principio porque no se puede pedir sensatez a los puertorriqueños (incluyéndome).
                Los  personajes principales  que habitan esta casa de locos, lo son cuatro féminas  (en la cual me incluyo) y un sólo varón. Tres son estudiantes de intercambio de derecho y dos somos seres normales que estudiamos comunicación. La vida en esta casa se coordina de tal forma que en un principio se cree que se ha perdido la cordura y se ha llegado a residir en el mundo de la locura.
Un día normal en mi casa comienza de la siguiente manera:
Pao se levanta temprano hacer el café, casi siempre al rato me levanto yo a comerme un cereal o cualquier cosa que me  brinde satisfacción y felicidad a este estomaguito. Casi siempre Pao y yo hablamos de todos los planes que pensamos hacer y nunca hacemos. Que si vamos a convertirnos en artistas, que si le meto al blog, que si nos mudamos a otro piso mejor que los salones de show de Ikea, que si hacemos otra maestría, total que al fin al cabo no hacemos nada, porque mañana queda otro día para empezar a soñar y volver a repetir el mismo procedimiento.  Al rato se despierta Rai y Lau en conjunto, porque estas almas gemelas tienden hasta compartir  hasta los horarios de sueño.  Para variar, (ojo que no es una crítica, porque a mí me pasa igual) están a dieta, o sea hay que medir la leche y los cornflakes, porque algo mi gente estamos seguros hay que guardar espacio calórico para el whiskey de la noche.   La cosa es que empezamos hablar y “stockear” los “profile” de las personas en facebook, porque ahora la tecnología nos ha brindado la herramienta de poder chismear de las personas con fotos y videos incluidos, o sea el asunto más interactivo. Ahora la disyuntiva reside en  decidir que se va hacer en el día, claro está, si no es que nadie tiene un vuelo pendiente para  alguna parte del planeta (porque en esta casa es común salir huyendo en cualquier momento que “Ryanair” pone sus especiales de menos de 10 euros ida y vuelta, aunque eso sea a la misma Isla del Carajo).  Pero en esta  versión de mi historia estamos todos los personajes.
El tipo que vive con nosotras que no mencionaremos el nombre porque no quiere que se mencione en este blog de poca comercialización,  se levanta en calzoncillos (cosa que es habitual en él)  por el ruido que estamos haciendo, lo recalca en su “speech”  mañanero, para indicarnos que sí, somos las culpables de no poder dormir. Claro que nadie le menciona que no hemos podido estudiar, dormir, por su culpa, cuando llega a las tantas de la noche a cocinar o cuando simplemente le entro las ganas de hablar por teléfono o Skype de su última aventura amorosa, que lamentablemente con su tonito nos enteramos de los últimos detalles y nuestro viaje de concentración es perdido para siempre.  Y, si por alguna razón no nos habíamos dado cuenta del asunto a través de sus conversaciones telefónicas y cibernéticas, él nos lo vuelve a mencionar personalmente  para que recordemos siempre que vivimos con sendo semental.
                El tiempo en esta casa de locos, pasa a las millas y mientras algunos cocinan ensaladas para la comida, otros se encuentran haciendo un video que asegura que te pondrá el mejor cuerpo del verano. La Pao  en cambio se puede dar el gustazo de comerse todas las magdalenas posibles, mantecados y dulce de leche. ¡Maldita sea su constitución física! En cambio yo con mis habilidades culinarias me comeré unos cornflakes o quizás una ensalada, aunque ya vivir de cornflakes por cuatro meses me ha costado mi pobre vesícula.
                Después de la comida viene  la pregunta más importante del día, que a donde se irán a “hanguear”. En Barcelona, se “hanguea” todos los días.  La ciudad no te da break ni siquiera de tomar unas vacaciones. Siempre he pensado que vivir en Barcelona es una locura, casi no se duerme, casi no se estudia, casi no se hace nada, sólo  disfrutar, cosa que tampoco está mal en lo absoluto.  Entonces la casa nuevamente se divide, mientras se comparten el blower, la plancha de pelo y se prepara el whiskey para la ocasión.  Luego se reparte todo el mundo, quizás me una yo también a la fiesta o decida que debo quedarme metiéndole a mis amigos los libros. Total, mañana se repetirá el procedimiento nuevamente, pero con más locuras que las anteriores, chismes más jugosos y sobre todo con la certeza que todos estamos disfrutando la experiencia de estar aquí ahora mismo.